sábado, 6 de octubre de 2012

El enemigo de mi enemigo no es mi amigo


Dice un proverbio que “El enemigo de mi enemigo es mi amigo”. Sin embargo no puedo estar más en desacuerdo con esta afirmación. Nuestra Revolución es claramente Social y Nacional, busca la Justicia Social y lucha por nuestra Identidad. Por ello, estamos diametralmente en contra del Capitalismo y del Comunismo, de Derechas e Izquierdas. Como decía José Ortega y Gasset: “Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejia moral.” Podemos considerar que ser de derechas, o de izquierdas, es observar e interpretar el mundo con un solo ojo.
Por ejemplo, al declararnos plenamente anticomunistas, debemos evitar caer en las adulaciones a la derecha y al capitalismo. Ramiro Ledesma Ramos nos ilustraba en ese sentido “Nos batiremos con los marxistas en el terreno de la rivalidad revolucionaria”. Y para negar el sistema capitalista putrefacto actual no podemos abrazar el marxismo antinacional, materialista e intrínsecamente injusto.
Si bien es cierto que podremos utilizar sus convocatorias como medio para dar a conocer la alternativa nacional y revolucionaria. Por ejemplo, acudir a concentraciones que en principio convoquen grupos de derechas (contra el separatismo, por ejemplo) o manifestaciones promovidas por grupos izquierdistas (contra los recortes, por la Justicia Social, por la Vivienda Digna…). Eso sí, en ambos casos hay que dejar claro nuestra clara diferencia con los grupos que allí estén, y dar a conocer nuestro mensaje social, nacional y revolucionario al grueso de la población. No podemos permitir que izquierdas o derechas se adueñen de luchas y consignas justas, debemos dar a conocer al pueblo nuestra ideología, porque somos Pueblo, somos Nación.
Podemos observar el mismo caso en los supuestos patriotas que para contrarrestar lo que ellos llaman una invasión musulmana, se entregan a los brazos de Estados Unidos e Israel, sin darse cuenta de que son tan peligrosos unos como otros, y que la Identidad Hispana y la Identidad Europea no tienen nada que ver con estas otras Culturas. En este caso volvemos a repetir lo mismo: el enemigo de mi enemigo no es mi amigo. Es más, debemos de decir que el capitalismo promovido y defendido a capa y espada por EEUU e Israel es el culpable de la globalización y de los movimientos migratorios para que algunos empresarios sin escrúpulos puedan sacar provecho, y no una ansiada “recuperación” de Al-Ándalus (que también hay sectores islamistas que lo defienden, pero no es el motivo principal de la inmigración musulmana).
Por todo esto, no debemos dejarnos caer en brazos de nadie, ni permitir que oscuros intereses nos manejen. Debemos demostrar nuestra identidad y nuestros propósitos sin miedo, sin medias tintas y defendiendo nuestra Cultura y a nuestro Pueblo.


Pelayo Sevilla



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