Pasó de ser un abogado a un político desinteresado que solo quería defender la memoria de su padre,Don Miguel Primo De Rivera,a un hombre que defendió a España hasta sus últimas horas,siendo atacado por todos los frentes,desde el izquierdista al derechista,que lo miraban con desprecio y le consideraban un simple bolchevique.
Estudioso de la obra de Marx,fue enemigo de la lucha de clases y de los separatismos que estaban y continúan intentando desintegrar España, entendió como nadie el problema de Cataluña y Vascongadas.Su profunda convicción católica no impidió ver que la separación Iglesia-Estado es indispensable.Defensor que las minorías son las capaces de salvar a la nación,porque "la masa no puede salvarse a si misma"
Su sueño de ver resurgir nuestra patria fue truncado con la manipulación franquista de FE,al unirse a los requetés y instaurar una dictadura conservadora burguesa.Su figura fue utilizada como un símbolo vacío y sus discursos mutilados.Pero nosotros no queremos a ese José Antonio dócil,sin profundidad,sino aquél que en el parlamento defendía una verdadera reforma agrícola,la nacionalización de las tierras, aquel que cantaba " No a esta ruina, a esta decadencia de nuestra España física de ahora, sino a la eterna, inconmovible metafísica de España"
Hoy,20 de noviembre,te recordamos una vez más,seguiremos luchando día a día por aquello que diste la vida,hoy,los jóvenes hispanos te recuerdan y te honran,a ti,el ausente,iremos a la lid por la patria,por la justicia,el pan,la patria,y la España Grande y Libre que soñabas,José Antonio.
Termino este humilde obituario con unos versos de Dionisio Ridruejo:
SONETO EN LAS HONRAS A JOSÉ ANTONIO
EL rastro de la Patria, fugitivo
en el aire sin sales ni aventura,fue arrebatado, en fuego, por la altura
de su ágil corazón libre y cautivo.
De la costra del polvo primitivo
alzó la vena de su sangre pura
trenzando con el verbo su atadura
de historia y esperanza, en pulso vivo.
Enamoró la luz de las espadas,
armó las almas, sin albergue,
frías,volvió sed a las aguas olvidadas.
dio a la espiga y a la estrella,
y, por salvar la tierra con sus días,
murió rindiendo su hermosura en ella.
Fridunath R
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