Nuestra posición respecto a la Comunidad Hispánica - Iberoamérica, Portugal y España - es clara, ha de potenciarse la unión. España es, junto a Inglaterra, el único país proyectado a nivel multicontinental, pudiendo mirar con anhelos engrandecedores tanto hacia Europa como hacia América. Cerrar los ojos ante el potencial del continente americano sólo puede tildarse de ridículo, hacerlo teniendo en cuanta que la presencia y la huella de España allí es profunda, de estúpido. Las posibilidades de las naciones hispanoamericanas a nivel socioeconómico son tan evidentes que no podemos sino mostrarnos partidarios de prestar toda la ayuda necesaria para lograr que culminen en éxitos notables, obteniendo con ellos nosotros beneficios nacionales.
Conviene puntualizar en este punto que la defensa de la unión Ibero-Americana no implica la más mínima renuncia a nuestra europeidad, pues sería absurdo y mezquino pretender que la España del siglo XXI viviera de espaldas al resto de las naciones europeas. Pero igualmente mezquino nos parece el planteamiento de negar cualquier lazo con América por el simple hecho de una supuesta "pureza racial" europea porque ni creemos que España sea el mejor ejemplo de genética pura, ni pretendemos llenar nuestro país con inmigrantes transoceánicos.
Cooperación hispano-americana, eso queremos. Aprovechar la herencia de nuestro Siglo de Oro tomándola no como un glorioso pasado sino como un prometedor futuro. Una política internacional fuerte que además de situar a España en un puesto relevante a nivel europeo sepa gestionar alianzas con las naciones de ultramar, obteniendo un beneficio mutuo que nos sirva como apoyo adicional. España, eterna candidata al Imperio.
Marcvs
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