El
cristianismo es una religión de casi dos mil años de antigüedad y
en su historia han habido hechos loables y hechos detestables pero
sus bases se pueden considerar, en esencia, positivas para la
sociedad. Esta religión ha estado atada a nuestra nación durante
siglos y se puede decir que la tradición cristiana es uno de los
principales rasgos que caracterizan nuestro país. Sin embargo, en
los últimos años (y no son ni veinte ni treinta, sino muchos más)
ha aparecido en la Iglesia un virus que ya había aparecido en los
Gobiernos y que lleva bastante tiempo deteriorando “la casa de
Dios”, este virus se llama burguesía.
Es
contradictorio pues, ser burgués (liberal y capitalista) y católico
ya que la usura burguesa choca frontalmente con el ideario de
caridad y pobreza cristiana. Ya lo decía el propio Cristo: “Es más
fácil que un camello entre por el ojo de una aguja a que un rico
entre en el Reino de los cielos”, pero parece que esas palabras a
la “burguesía católica y moralista” no le afecta. Es curioso
ver como las iglesias, ya desde hace tiempo, están plagadas por
señores adinerados y despreocupados, que miran por encima del hombro
al mendigo de la puerta del templo, niñatos con ropita de marca que
gastan el dinero de sus “papas” en drogas y alcohol y que luego
irán a misa los días de precepto y a ver al Papa en la JMJ, gente
que acude los Domingos a “escuchar” la palabra de Dios como un
mero acto rutinario y sin embargo no se preocupa del prójimo,
“peperos” que todavía piensan que el su partido derogará la ley
del aborto, sacerdotes que tienen una doble vida… Esto, señores,
es la Iglesia católica actual, una de las mayores organizaciones de
hipocresía que existen en nuestros tiempos…
Pero esto
no es de ahora, esto lleva así muchísimo tiempo y es proporcional a
la influencia de “los valores burgueses” en el catolicismo. De
hecho, para más INRI, cabe decir que todo lo que critica la
burguesía conservadora (laicismo, progresismo, promiscuidad,
adicciones…) fue implantado, seguido y creado principalmente por la
propia burguesía ociosa, adinerada y despreocupada ya que, los
campesinos y los trabajadores, con esas jornadas de sol a sol, no
tenían ni tiempo ni dinero para caer en la decadencia a la que la
burguesía sí caía…
Así
pues, como católico no puedo sentirme orgulloso de una Iglesia que
tiene Banco propio y que invierte en Bolsa, de una Iglesia que
predica unos valores que luego no cumple, de una Iglesia que organiza
visitas del Papa multimillonarias (curioso que la próxima JMJ sea en
Río de Janeiro, junto con el Mundial de fútbol y las Olimpiadas, no
me dirán que no hay intereses de por medio) y sin embargo no ayuda
a los pocos misioneros que se dejan la vida en el tercer mundo. Y de
una iglesia que, al compás de la “coreografía progre” que
impera en nuestros tiempos, cambia su discurso cada año y se
adhiere, y la primera, a lo “políticamente correcto”.
Qué
razón tenía Félix Sardá y Salvany cuando dijo aquello de “el
liberalismo es pecado”… no pudo estar más acertado, pues se
entiende el liberalismo como los “valores de la burguesía”.
Y
nosotros, ¿qué podemos hacer ante este espectáculo esperpéntico
que representa hoy a nuestra Iglesia? Pues hacer como hizo Cristo,
echar a los mercaderes del templo, es decir, echar a la burguesía de
la Iglesia.
“Mi
casa será llamada casa de oración para todas las naciones, pero
ustedes han hecho de ella una cueva de ladrones”
Jaime Alonso
no ps que huedo decir de algo tan poco interesante de lo que pudieron haser en esos tiempos sinseramente las iglesias simpre ysequiran sindo hasi
ResponderEliminarnooo tan bajo que cae las iglesias pero hasi es que este pais sique cada vez mas pobre y el rico cada vez mas rico
ResponderEliminarnoo que pesar sinceramente no se nicomo poder llamarle ha eso tan inesificante
ResponderEliminaresto es una critica a la iglesia catolica. CAMBIEN EL TITULO.
ResponderEliminarMucho critica ala burguesía por no mencionas las terribles consecuencias de la iglesia de siglo Xl al siglo XV
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